Autoría
María Cristina Zilio

¿Un mundo desbocado?
Narrativas del Antropoceno
Este libro es el fruto de un esfuerzo renovado por interpretar la compleja interconexión de escalas temporales y espaciales en las problemáticas globales generadas por los seres humanos como actores sociales. Desde una perspectiva de geografía crítica, los capítulos abordan procesos generales y estudios de caso que enriquecen el concepto de Antropoceno, acompañados de reflexiones y propuestas alternativas para el campo de la educación ambiental. La obra nos invita a adentrarnos en los debates actuales del ámbito, plasmados en las diversas denominaciones del período (Antropoceno, Capitaloceno, Tecnoceno, entre otras). Estas diferencias conceptuales no solo reflejan la profundidad de los cuestionamientos y la complejidad de las relaciones analizadas, sino también la multiplicidad de enfoques y metodologías empleadas por los autores, tanto en sus investigaciones como en el relevamiento bibliográfico presentado. A pesar de las divergencias, emergen consensos ineludibles: la humanidad se ha erigido como una fuerza ambiental transformadora, caracterizada por el saqueo sistemático de los recursos del planeta, el papel central de la tecnología, la concentración de poder y riqueza en manos de una minoría, y la socialización de los costos ambientales y sociales que reducen la calidad de vida en numerosos territorios. En este contexto, el Antropoceno se inscribe bajo lógicas de extractivismo, desigualdad e insustentabilidad, donde conceptos como poder, geopolítica, hegemonía y capital resultan fundamentales para comprender las dinámicas naturales y sociales de los territorios. En un pasaje del libro se plantea: «¿Podemos, después de que Crutzen afirmara que estamos en el Antropoceno, seguir sosteniendo que el ambiente es un mero telón de fondo para la historia humana?». Para quienes consideramos que, en la enseñanza, la investigación y la extensión geográfica, esta postura es insostenible, este libro no solo ofrece argumentos sólidos y datos reveladores, sino también una perspectiva crítica y un sentido ético para orientar nuestras prácticas.